¿Te suena el nombre Eunice Foote? Si la respuesta es no, no debería sorprenderte. Fue esta mujer quien descubrió cómo el CO2 (dióxido de carbono) reaccionaba al calor; en otras palabras, el efecto invernadero. Sin embargo, el crédito se lo llevó más tarde un hombre.
En esta nota te contamos su historia.
Estudios sobre el tema
Antes del siglo XIX, lo que se sabía de la historia del clima y cómo funcionaba este era escaso. No se sabía, por ejemplo, que el clima en la Prehistoria había sido diferente al de la Edad Moderna. Se desconocía también cómo evolucionaba el clima con el paso de los años.
John Tyndall es el físico a quien se le atribuye, normalmente, el descubrimiento del efecto invernadero. Tyndall publicó sus primeras investigaciones sobre el tema en 1859, pero no mencionó a muchas otras personas que contribuyeron con estudios y descubrimientos antes que él. Entre esas personas se encontraba Eunice Foot.
Feminista y filósofa natural
Eunice Foote nació el 17 de julio de 1819 en Connecticut, Estados Unidos, con el nombre de Eunice Newton. Posteriormente vivió en Nueva York. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica la describe como una “científica aficionada”, lo que en la época se conocía como filósofa natural.
En aquellos tiempos, las mujeres que se dedicaban a la ciencia y publicaban investigaciones en revistas científicas de renombre eran escasas. El campo de la ciencia lo dominaban los hombres. Las mujeres, mientras tanto, luchaban por la igualdad de condiciones.
El nombre de nuestra científica aparece en la lista de firmantes de la “Declaración de Sentimientos” (1848), la primera convención sobre los derechos de la mujer donde trataron, entre otros temas, el sufragio femenino. Su esposo, Elisha Foote, con quien contrajo matrimonio en 1841, también firmó el documento. Ocho años después de la convención, Eunice realizaría su primera investigación científica.
El descubrimiento de Eunice
El año 1856, Eunice presentó sus estudios en la Reunión Anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Foote experimentó con tubos llenos de diferentes gases que expuso a la luz solar. Tomó dos cilindros de vidrio en los que colocó termómetros de mercurio; con el uso de una bomba de aire, vació uno de los tubos, y en el otro comprimió el gas. Se aseguró de que los cilindros tuvieran la misma temperatura y los expuso a la luz del sol. El resultado fue que el tubo con CO2 se calentó con muchísimo más calor que el resto, 50ºC arriba.
Recordemos que este experimento fue realizado por Eunice en una época donde las mujeres no participaban abiertamente en las ciencias. Además, el descubrimiento fue clave para entender cómo funciona el clima y los cambios que sufriría en el futuro.
Asunto de género
Sin embargo, no fue Foote quien presentó los hallazgos ante la asociación, sino su colega masculino, el eminente científico Joseph Henry. Si bien no estaba prohibido, las mujeres no solían participar en estas reuniones.
Ese mismo año, el estudio fue publicado en la American Journal of Science and Arts. Y un resumen del mismo en la Annual of Scientific Discovery bajo el nombre de David Ames Wells en 1857.
Poco se supo de los hallazgos de Foote en Europa. Solo dos revistas europeas hicieron eco a su investigación, y de forma muy resumida.
Tres años más tarde, Tyndall pasaría a la historia como el que descubrió el mecanismo de absorción de los gases de efecto invernadero. Este venía de un entorno mucho más convencional que el de Foote para ejercer la ciencia. Estudió en la Universidad de Marburgo (Alemania), y fue un destacado profesor en la Royal Institution de Gran Bretaña en Londres. Publicó docenas de libros sobre física y contribuyó a la divulgación de la ciencia.
Se sabe que Foote realizó otras investigaciones científicas al menos hasta la década de 1860. Murió en Massachusetts el 30 de septiembre de 1888.
El estudio del clima y el efecto invernadero continuó desarrollándose principalmente en Europa en los años siguientes con los hallazgos de Svante Arrhenius en Suecia sobre la quema de CO2 en 1896.
Pero al igual que su colega Tyndall, Arrhenius no mencionó (probablemente por desconocimiento) los resultados obtenidos por Foote. Ni él, ni muchos otros que le siguieron.