Ya sabrás, que separar tus residuos orgánicos de cocina te permite salvarlos del horrible destino que tendrían si llegaran al relleno sanitario, evitar que se generen gases de efecto invernadero, y aún mejor, ayudar a que se conviertan en abono si cuentas con un servicio como el nuestro o tienes tu propia vermi-compostera.
Pero también, separar tus residuos, te ayuda a visualizar y ser consciente de la cantidad de alimento que has estado desperdiciando (hasta ahora).

¡Tranquila/o, aplicando pequeños cambios dejarás de contaminar (y perder dinero)!
En la web, podrás encontrar muchísimos consejos y libros para reducir tus residuos y ser cada día más “basura cero”. En relación a la conservación de alimentos, a nosotros nos gustó mucho una infografía de la FAO, que está en inglés y que puedes revisar directamente aquí, pero en resumen (y en español) dice lo siguiente:
- Pide o sírvete porciones pequeñas. Y, sólo si aún sigues sintiendo hambre, sírvete un poquito más.
- Utiliza tus “sobras” de comidas para preparar nuevas recetas o recaliéntalas para alimentarte una próxima vez. Puedes refrigerarlas o congelarlas para asegurar su conservación.
- Evita el sobreconsumo y compra consciente. Planifica tu menú, haz una lista de compras en función de él, y nunca, pero nunca, vayas a comprar con hambre.
- Elige la fruta y la verdura feita o no tan perfecta.
- Revisa la temperatura de tu refrigerador y pon tus alimentos en los lugares recomendados para que se conserven correctamente. Tampoco lo llenes, porque no verás todo lo que tienes disponible, y consumirás más energía eléctrica de lo necesario.
- Ordena tu refrigerador de lo más nuevo a lo más antiguo, y lo que dura más a lo que dura menos. La idea es que dejes lo más visible posible, lo que debas comer pronto para no que no se eche a perder.
- Consume tus alimentos en función de los tiempos recomendados para comerlos frescos, por sobre la fecha de vencimiento. La fecha de expiración ya es muy tarde, y nos obliga a desperdiciar el alimento que no alcanzamos a aprovechar.
- Regala lo que ya no te vayas a comer. Ofréceselos a tus vecinas/os, amigas/os, familiares o infórmate dónde puedes llevarlos para compartirlos con personas que más lo necesitan.
- Cuando ya hayas hecho todo lo anterior, deposita tus residuos orgánicos de cocina que definitivamente ya no puedas aprovechar en tu contenedor Elige Verde o en tu compostera/vermi-compostera.

Anímate, y Elige Verde todas las veces que puedas.