Ya sabrás, que separar tus residuos orgánicos de cocina te permite salvarlos del horrible destino que tendrían si llegaran al relleno sanitario, evitar que se generen gases de efecto invernadero, y aún mejor, ayudar a que se conviertan en abono si cuentas con un servicio como el nuestro o tienes tu propia vermi-compostera.

Pero también, separar tus residuos, te ayuda a visualizar y ser consciente de la cantidad de alimento que has estado desperdiciando (hasta ahora).

¡Tranquila/o, aplicando pequeños cambios dejarás de contaminar (y perder dinero)!

En la web, podrás encontrar muchísimos consejos y libros para reducir tus residuos y ser cada día más “basura cero”. En relación a la conservación de alimentos, a nosotros nos gustó mucho una infografía de la FAO, que está en inglés y que puedes revisar directamente aquí, pero en resumen (y en español) dice lo siguiente:

  1. Pide o sírvete porciones pequeñas. Y, sólo si aún sigues sintiendo hambre, sírvete un poquito más.
  2. Utiliza tus “sobras” de comidas para preparar nuevas recetas o recaliéntalas para alimentarte una próxima vez. Puedes refrigerarlas o congelarlas para asegurar su conservación.
  3. Evita el sobreconsumo y compra consciente. Planifica tu menú, haz una lista de compras en función de él, y nunca, pero nunca, vayas a comprar con hambre.
  4. Elige la fruta y la verdura feita o no tan perfecta.
  5. Revisa la temperatura de tu refrigerador y pon tus alimentos en los lugares recomendados para que se conserven correctamente. Tampoco lo llenes, porque no verás todo lo que tienes disponible, y consumirás más energía eléctrica de lo necesario.
  6. Ordena tu refrigerador de lo más nuevo a lo más antiguo, y lo que dura más a lo que dura menos. La idea es que dejes lo más visible posible, lo que debas comer pronto para no que no se eche a perder.
  7. Consume tus alimentos en función de los tiempos recomendados para comerlos frescos, por sobre la fecha de vencimiento. La fecha de expiración ya es muy tarde, y nos obliga a desperdiciar el alimento que no alcanzamos a aprovechar.
  8. Regala lo que ya no te vayas a comer. Ofréceselos a tus vecinas/os, amigas/os, familiares o infórmate dónde puedes llevarlos para compartirlos con personas que más lo necesitan.
  9. Cuando ya hayas hecho todo lo anterior, deposita tus residuos orgánicos de cocina que definitivamente ya no puedas aprovechar en tu contenedor Elige Verde o en tu compostera/vermi-compostera.

Anímate, y Elige Verde todas las veces que puedas.